Los pacientes que se someten a cirugías en un hospital tienen más posibilidades de sufrir a causa de complicaciones y errores quirúrgicos que pueden terminar en una fatalidad si los enfermeros del hospital no son enfermeros universitarios, tienen demasiado trabajo o sufren de estrés. Esta fue la conclusión de un estudio realizado en Europa y publicado recientemente en The Lancet Journal. Según estos hallazgos, existe una clara relación entre los resultados quirúrgicos y la calidad de los enfermeros, además de la carga de trabajo de los enfermeros de los hospitales.
Niveles de educación de los enfermeros. La carga de trabajo se relaciona con los errores quirúrgicos
En su estudio, los investigadores sugieren que contar con un nivel seguro de personal de enfermería en el hospital podría ayudar a reducir el riesgo de la mortalidad quirúrgica. Los investigadores también mencionan el hallazgo de que el nivel de educación de los enfermeros incide en las tasas de mortalidad o los resultados quirúrgicos de los pacientes que fueron sometidos a cirugías en el hospital.
Durante su estudio, los investigadores revisaron los casos de más de 26,500 enfermeros y analizaron las historias clínicas de más 420,000 pacientes que habían sido sometidos a procedimientos quirúrgicos normales. Los investigadores concluyeron que con cada paciente adicional agregado a la carga laboral de un enfermero, el riesgo de muerte del paciente dentro de los treinta días de la cirugía se incrementó un 7%. Además, según el estudio, si se incrementaba 10% la proporción de enfermeros con título universitario, se registraba una baja del 7% en el riesgo de muerte posterior a la cirugía.
Tradicionalmente, la sabiduría convencional del sector estableció que los enfermeros experimentados son mucho más importantes en un ambiente hospitalario que los enfermeros calificados o con educación formal. Este estudio parece echar por la borda esta creencia. Los investigadores señalan que mantener una cantidad de casos óptima de seis pacientes –en lugar de los ocho que se manejan en la actualidad– e incrementar la proporción de enfermeros con título universitario a un 60% podría ayudar que el riesgo de mortalidad posquirúrgica del paciente se redujera hasta un 30%.
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