Una lista de los diez peligros causados por tecnología médica preparada por el Instituto de Investigación de Atención de Emergencia) y publicada recientemente identifica la fatiga de alarmas en los hospitales como el mayor riesgo tecnológico de la actualidad.
La fatiga de alarmas es el nombre que se le da a un fenómeno en el que las enfermeras pueden simplemente perder la sensibilidad a un gran número de alarmas que suelen sonar en un entorno laboral. En los hospitales modernos, las alarmas alertan a los enfermeros de cada mínimo cambio en el estado del paciente y, cuando un enfermero del entorno de un hospital concurrido escucha alarmas que suenan cada pocos segundos, existe el riesgo de perder la sensibilidad a estas alertas. Durante un período, muchas de estas alertas pueden ignorarse en detrimento de la seguridad del paciente.
Además de la fatiga de alarmas, el informe también menciona otros peligros tecnológicos entre los que se incluyen:
El riesgo de que se cometan errores de medicación debido al uso inapropiado de bombas de infusión.
El riesgo de exposición a la radiación de las TC en los pacientes pediátricos.
El riesgo de que ocurran fallas en los sistemas de tecnología informática y los sistemas electrónicos de registro de salud.
Los riesgos que surgen al no considerar el efecto de las modificaciones realizadas en una parte de la tecnología informática en red de un hospital en otros componentes del sistema.
Los peligros de radiación relacionados con los médicos, enfermeros y otro personal médico que trabaja en quirófanos híbridos, que integran el uso de equipos de imágenes médicas.
El riesgo que surge del procesamiento inadecuado del instrumental quirúrgico.
La no contabilización de los errores a partir de datos imprecisos ingresados en los sistemas electrónicos de registro de salud.
Los riesgos para los pacientes pediátricos del uso de tecnologías concebidas para adultos.
El riesgo de las complicaciones de la cirugía robótica como resultado de una capacitación insuficiente del personal.
Retención de elementos quirúrgicos o elementos quirúrgicos que quedaron en el cuerpo del paciente durante la cirugía.
El informe también presenta diversas maneras de mitigar estos riesgos y es de lectura obligatoria para los tomadores de decisiones de los hospitales y centros de salud.