Recientemente, más de 100 hospitales de California obtuvieron una recomendable calificación “A” en materia de seguridad de los pacientes. De acuerdo con el boletín publicado por el Leapfrog Group, 104 hospitales de California recibieron una calificación “A”.

El Leapfrog Group califica el desempeño de los hospitales en materia de seguridad en más de 2,500 hospitales de todo Estados Unidos. El Grupo califica la seguridad de los hospitales sobre la base de las cifras de infecciones, las tasas de lesiones y los errores médicos y de medicación.

En total, 804 hospitales de todo el país recibieron una calificación “A”. El informe Leapfrog Group también concluye que en todo el país, el desempeño de los hospitales mejoró por un total de 6.3% desde 2012.

Según el informe, California ocupa el noveno lugar en lo que respecta a la seguridad general de los pacientes sobre la base del número de hospitales calificados por la seguridad de los pacientes. Además de los hospitales calificados con una “A”, 58 hospitales recibieron una “B”, 68 hospitales obtuvieron una “C” y 18 hospitales obtuvieron una “D”. Cinco hospitales de California recibieron una calificación “F”. Estos incluyeron hospitales en Bakersfield, Salinas y Santa Ana.

El Leapfrog Group califica la seguridad de los hospitales sobre la base de importantes indicadores que incluyen la incidencia de las infecciones hospitalarias adquiridas en el hospital y las lesiones de los pacientes ocurridas como resultado de errores médicos o de medicación. Gracias a la mayor atención dada a las infecciones hospitalarias, varios hospitales de California implementaron estrategias designadas para reducir el riesgo de infecciones, en especial las infecciones peligrosas y potencialmente mortales, como las infecciones del torrente sanguíneo relacionadas con las vías centrales. No hay dudas de que esto hizo que muchos hospitales optimizaran el cociente de seguridad del paciente, lo que hizo que recibieran una calificación alta en la escala Leapfrog.

Es mucho lo que queda por hacer. Los hospitales que no recibieron una buena calificación en la escala deben centrarse en aumentar los esfuerzos en materia de seguridad de los pacientes, mientras que los hospitales que obtuvieron una “A” deben determinar qué más pueden hacer para reducir el número de lesiones de los pacientes en el hospital cada año.

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