El nacimiento de un hijo es la experiencia más memorable para cualquier padre. Sin embargo, en muchos hospitales de Estados Unidos también es el peor procedimiento al que uno puede someterse. En realidad, las mujeres que tienen hijos en los hospitales estadounidenses tienen muchas más complicaciones de lo que se pensaba antes.

Un total de 550,000 mujeres –o cerca del 30%– sufren complicaciones durante el parto cada año. Estas complicaciones pueden hasta terminar en la muerte. Incluyen el desarrollo de coágulos sanguíneos, fuerte sangrado e infecciones. De hecho, la tasa de complicaciones de los partos en Estados Unidos es casi comparable con la de las complicaciones en operaciones cardíacas. Lo peor es que en algunos hospitales los riesgos de que ocurran complicaciones son peores que en otros.

Según un estudio publicado recientemente en Health Affairs, en algunos hospitales, un cuarto de las mujeres que se presentaron para tener a sus hijos sufrieron complicaciones durante partos naturales. En los mejores hospitales, o los que presentan el mejor desempeño dentro de la lista, solo algo más del 10% de las mujeres sufrieron complicaciones cuando se presentaron para tener a sus hijos por parto vaginal. En las cesáreas, las tasas de complicaciones ascendieron a 21% en los hospitales con mal desempeño y 4% en los de mejor desempeño.

La investigación indica que existen diferencias significativas y sustanciales en la calidad y la atención que reciben las embarazadas al ingresar al hospital para tener a sus hijos. Los problemas reales respecto de la atención materna en los hospitales estadounidenses podrían ser peores de lo que sabemos. Saber cómo les va a los hospitales en materia de atención obstétrica es difícil, ya que son pocos los estados que informan las tasas de infección de las cesáreas. Existen otras discrepancias en la información de los errores, lo que significa que es posible que el panorama real sea mucho peor.

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