Investigadores australianos que han estado trabajando en una terapia con células madre para revertir el daño cerebral en recién nacidos para combatir la parálisis cerebral han reportado que estas técnicas han tenido algún grado de éxito. Según los investigadores de Melbourne, han sido capaces de detener y hasta revertir las lesiones cerebrales en corderos jóvenes que habían sufrido este tipo de lesión.
Investigadores del Instituto de Investigación Médica Monash están planeando extender estos estudios de sangre del cordón umbilical para descubrir el tipo de células madre que pueden ayudar a revertir el daño.
La parálisis cerebral es una condición causada por la falta o la escasez de oxígeno en el cerebro durante el parto. Los abogados que intervienen por lesiones en el nacimiento de California encuentran que esta condición es a menudo debida a que no se realiza una cesárea a tiempo para prevenir el daño cerebral.
Según los investigadores, las células madre de sangre del cordón umbilical lograron inhibir la inflamación en el cerebro en corderos recién nacidos después de que habían sufrido una lesión cerebral durante el parto. No solo eso, sino que las células madre también pudieron revertir el daño cerebral acaecido. Después de 48 horas, los investigadores vieron mejoras significativas en estos recién nacidos, y creen que con el tiempo las mejoras aumentarán.
El experimento se realizó en 8 ovejas que habían sufrido una lesión cerebral severa. Los investigadores descubrieron que 7 de 8 habían aumentado la actividad cerebral cuando recibieron la sangre del cordón umbilical solo unas horas después del nacimiento. Después de recibir el tratamiento, los corderos discapacitados podían caminar y correr.
No todas las células madre son iguales. Algunas de ellas tienen el potencial de reparar otras células, mientras que otras evitan que una lesión progrese. La siguiente parte del experimento se centrará en determinar qué tipos de células de la sangre del cordón umbilical son más eficaces a la hora de ayudar a revertir el daño cerebral, para que los investigadores puedan administrar solo sangre del cordón umbilical a los bebés.