El artículo titulado “Parents Assail Malpractice Caps After Daughter’s Death at UCLA Hospital” (Padres emprenden contra los topes por mala practica después de la muerte de su hija en el Hospital de UCLA), publicado por Los Angeles Times analiza la muerte de Olivia Cull, una chica de 17 años de edad que cayó en coma durante un procedimiento de rutina para pacientes ambulatorios realizado para corregir un defecto en su corazón. El abogado Jin Lew acordó asumir el caso pro bono cuando muchos abogados no consideraron que el caso valiera la pena debido a los topes que impone el Estado por daños. La firma realizó una investigación que tomó más de un año e incluyó varias declaraciones de médicos y enfermeros jefes en funciones de la UCLA. La firma encontró que el conjunto de registros médicos de Olivia que se proporcionó inicialmente estaba incompleto y un médico residente la había atendido sin supervisión. Además, los médicos de la UCLA no realizaron las compresiones del pecho de Olivia a tiempo cuando la joven entró en paro.

Los funcionarios del hospital de la UCLA acordaron pagar a la familia Cull el máximo permitido de $250,000 e implementaron al menos ocho correcciones a sus protocolos de atención para evitar que vuelvan a suceder incidentes similares. La UCLA también emitió una carta de disculpa reconociendo su responsabilidad en la muerte de Olivia. El 20 de enero de 2011 el caso de Olivia se presentó en audiencias sobre las reformas por mala practica médica ante la Comisión de Asuntos Judiciales de la Cámara de Representantes de los EE. UU.